«No Normalices, No Justifiques».

Ya estando en Colombia, tuve experiencias, estuve en los zapatos que muchos de mis pacientes hoy en día tienen.

Aumente rápidamente 10 KGRS de peso corporal, ya no hacia ejercicio, me sentía deprimida, envejecida, sin energía, se me caía el cabello, sentía casi a diario dolor de cabeza, dolor en el tobillo derecho, dolor lumbar, lo achacaba todo a mi estrés, a mi edad, a mi mala suerte y todas estas situaciones desafortunadas aparentemente; las cuales me sirvieron de trampolín para estudiar y prepararme más y más y descubrir la manera de mantenerme vigente, recuperar mi peso ideal, mi energía y por esta vía, conocí la tremenda importancia para la vida y la salud de la palabra METABOLISMO, mejor dicho de reparar nuestro metabolismo. Aprendí cómo adelgazar para siempre, sin caer en el “yoyo”, pero lo más fascinante fue que en mi proceso de adelgazar, simultáneamente experimente salud plena, sentirme enérgica, lucir rejuvenecida, sentir alegría con cero ansiedad, algo mágico que influyó directamente sobre mi caracter, mi ánimo,mi energía, reconciliarme con mi salud y abandonar paradigmas heredados de mis padres, médicos, nutricionistas, especialistas, que nada tienen que ver con mi práctica médica y sanadora de hoy.